SANTO DOMINGO. Dentro de cuatro años, cuando se dispute el V Clásico Mundial de Béisbol, Fernando Rodney tendrá 44 años y es poco probable que esté activo, Adrian Beltré habrá cumplido 42 y su reloj para Cooperstown podría estar activado, Ervin Santana, Nelson Cruz y José Bautista estarán aterrizando en la tercera edad con 40, Robinson Canó habrá vivido 39, mientras que Hanley Ramírez y José Reyes 38 abriles.
Es parte del grueso del equipo actual que estuvo cerca de continuar en la lucha por la defensa de la corona y que la edad es muy posible que podría dejarlos fuera para el siguiente compromiso.
Pero para 2021, si mantienen las proyecciones que tienen hoy, Manny Machado tendrá 28 años y estaría en el pico de su carrera, igual que Carlos Martínez 29, Gregory Polanco 30, Jean Segura 31, Jonathan Villar 30, Starling Marte, Dellín Betances y Alexander Colomé 33, en tanto que Welington Castillo 34 y Carlos Santana 35 estarían en la curva de descenso.
Sin embargo, si hay un indicador en el que la República Dominicana puede alardear ser inagotable es en la producción talento beisbolero, por lo que proyectar un equipo a cuatro años puede ser atrevido.
Moisés Alou sufrió de sustos para tener garantía del equipo que llevó a 2013, pero esta vez tuvo dolores de cabeza y malos sabores por el calibre de jugadores que tuvo que dejar afuera.
Basado en el estatus y proyecciones de hoy, un futuro equipo criollo puede pensar en agregar talento como Gary Sánchez, Pedro Severino y Francisco Mejía en la receptoría, Rafael Devers, Vladimir Guerrero Jr., Willy Adames, Miguel Ángel Sanó, Adalberto Mondesí, Amed Rosario y Ronald Guzmán en el infield.
Para los jardines se viene una nutrida generación con nombres como Nomar Mazara, Víctor Robles, Eloy Jiménez, Manuel Margot y Raimel Tapia. Entre los lanzadores entrarían Reynaldo López y Alex Reyes.
Ni Marte, ni Polanco, ni Carlos Santana fueron fichados como prospectos “premium”, pero evolucionaron en el proceso, de ahí que quienes hoy figuran con un paso delante pueden ver pasarles a cualquier del ejército de prospectos hambrientos que “se comen el terreno” en las ligas menores.
Un torneo con lo mejor
La cuarta edición del certamen que termina esta noche ha comprobado el alto interés que cada vez más genera en jugadores del primer nivel, que toca esas sensibles vibras patrióticas que el profesionalismo suele poner a un lado y que es un torneo al que quien quiere competir, además de ir bien preparado, debe llevar lo mejor.
En Corea del Sur, México y Venezuela todavía cuesta digerir la eliminación antes de lo previsto, en Cuba ya ven como opción impostergable abrir las puertas a los “desertores” que brillan en Las Mayores, en Colombia se ilusionan, mientras Panamá mira a los cafeteros como un nuevo rival real que amenaza su dominio zonal.
Tres de los cuatro semifinalistas, incluyendo Holanda (el integrante con menor pedigrí, pero artillado con talento antillano de primera línea) llegaron forrados de jugadores titulares en las Grandes Ligas y Japón como un elenco de estrella de su torneo, considerado el de mayor nivel detrás del Big Show.
Un torneo que, si bien ha sido ignorado por grandes figuras, lo han ganado en sus primeras tres versiones dos potencias como Japón y Dominicana.
Jean Segura, por Dominicana, y Asdrúbal Cabrera, por Venezuela, son solo dos ejemplos del material de primera línea que se puso disponible y en principio fue dejado fuera en el caso del criollo, que ingresó por la baja de Hanley Ramírez. Tanto ha calado el certamen que esta semana Joe Maddon, dirigente de los Cachorros, planteó la idea de que cuando se dispute el Clásico, el monarca de la Serie Mundial juegue ante el campeón del Clásico en una serie al mejor de tres, al terminado el torneo internacional.
“Desde un punto de vista competitivo, con los muchachos en forma, pienso que sería muy interesante. A esas alturas lo que quieres es que tus peloteros entren en aquel ritmo competitivo, que se despierte ese fuego”, dijo Maddon.
NPerez@diariolibre.com
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