Houston ganó su sexto partido de siete y propició la primera derrota a domicilio de los Timberwolves en más de tres semanas.
Minnesota tuvo 25 pérdidas de balón, su peor marca del curso, que resultaron en 38 tantos para los Rockets.
Jugando ante la potente rotación de escoltas de Houston, Minnesota penetró en la zona durante toda la noche y superó a los Rockets 68-44 en la pintura. Karl-Anthony Towns tuvo 37 tantos y 22 rebotes y Andrew Wiggins aportó 30 puntos para los Wolves.
Con todo, los Timberwolves no pudieron evitar ser superados por unos Rockets acertados de cara a canasta.
El español Ricky Rubio terminó con 14 puntos, tres rebotes y 11 asistencias en 31:24 en la cancha con Minnesota.
Towns pasó más de 30 minutos después del partido en la instalación de levantamiento de pesas de los Rockets.
“Hoy (el sábado) fue uno de esos días donde estaba un poco más loco”, dijo. “Quería salir con la G (de ganar el juego). No lo hicimos, así que tuve algo de frustración en mi cuerpo para estar listo para el siguiente juego. No hay tiempo para estar decepcionado y todo. Tengo que seguir trabajando. Tengo que seguir pegándome al plan”.
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