SANTO DOMINGO. Cuando los Dodgers de Los Ángeles ficharon a Pedro Martínez, lo llamaban el hermano de Ramón, lo mismo que a Jesús, hasta que hizo su nombre y espacio en las Grandes Ligas. Hoy el hijo de Pedro y Sandra Mena está en el mismo camino.
Fue el veterano escucha Rafael Ávila el responsable de la firma del trío de lanzadores hermanos. Pedro y Ramón son dueños de grandes hazañas en el béisbol y años después Pedro Pablo Martínez, el hijo de “Pedro el Grande”, ha fichado con los Tigres de Detroit, en donde Al Ávila, hijo de Rafael, es el gerente general.
La organización de la Liga Americana en las Grandes Ligas anunció su firma en un acto realizado en la cancha del colegio New Horizons, donde cursa sus estudios.
Juega la tercera base y fue presentado por su padre “como un ejemplo” de que se puede estudiar y jugar béisbol.
Pedro Pablo cursa el último año de la educación secundaria en el colegio New Horizons, y finalizará sus estudios mediante un programa especial creado por el plantel dirigido a dar la facilidad de hacer deportes y estudiar.
Evaluación de Detroit
Tom Moore, Director Internacional de Escuchas de Detroit, tuvo a su cargo la firma de quien definió como un talento, “dueño de todas las herramientas” necesarias para progresar en el béisbol, a la que le adicionó su formación hogareña, su educación y nivel académico.
“Estamos ante un joven que viene de una familia de peloteros y que muestra ansias por trabajar”, afirmó Moore, para agregar que “es un pelotero con gran sentido del trabajo, que reacciona en todos los escenarios del juego de pelota”.
Indicó que todas esas aptitudes fueron tomadas en cuenta en su evaluación para la firma, “por lo que es una gran firma para nosotros”, aseveró.
Al ser presentado en el acto, el joven señaló: “Mi avance no será por el nombre de mi padre y de mis tíos, debo trabajar y enfocarme en cumplir cada meta, estoy comprometido con mantener la dinastía de la familia Martínez en el béisbol de las Grandes Ligas”.
“Desde pequeño vi en mi papá y en mi tio una gran motivación, pero ahora me toca hacer mi propio camino”, afirmó Pepo al tiempo que agradeció a sus entrenadores y a sus profesores por el apoyo dado a su esfuerzo.
Tuvo como mensaje a sus compañeros que luchen por sus sueños, que se enfoquen en su meta y confíen en Dios su materialización. De su lado Pedro el Grande dijo sentirse “orgulloso” por el esfuerzo de su hijo porque él ha sido un ejemplo de su prédica de que se puede estudiar y jugar al béisbol, afirmó. En ese sentido exhortó a motivar que en el país se creen las condiciones para motivar que los atletas puedan completar su ciclo básico de enseñanza y al mismo tiempo hacer deporte.
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